Sin duda Ken Robinson (eludo el “Sir” porque no creo en los
títulos de nobleza) es un instigador, un perturbador de ideas y creencias. Lo
podríamos atacar diciendo que no es profundo en sus posiciones pero… ¿Quién
podría ser profundo en una charla de dieciocho minutos a un público heterogéneo
y no académico? Robinson tomó la decisión de plantear una idea para el debate.
Ese objetivo fue logrado, ¡más de cuatro millones lo vieron!
Pero dejemos de lado la forma y vayamos al contenido. Robinson,
entre sus muchos chistes y estrategias para captar y mantener la atención de
los asistentes, plantea una idea muy fuerte: Que la escuela (y la educación en
general) ya no nos prepara adecuadamente para el futuro que se viene. El
pregunta a una audiencia enmudecida: “Si no tenemos la menor idea de como será
el mundo dentro cuarenta años ¿cómo podemos preparar a nuestros hijos a
enfrentarlo?” Para Robinson ya no tiene sentido enseñar materias y carreras
estándar con conceptos e ideas que estarán perimidas en breve. Para él enseñar
es hacer que florezca la creatividad y que a partir de ella nuestros hijos
puedan adaptarse a la realidad que les toque vivir.
¿Es exagerado? ¿Sus ejemplos son tendenciosos y
particulares? ¿Sus ideas no son aplicables? Puede ser que así sea. Pero lo
importante es que Robinson, con su graciosa charla, puso en jaque a la idea
tradicional de la educación, que es que estudiando duro tendremos un futuro
asegurado. Después de escucharlo todos nos quedamos con la idea, la duda o la
preocupación de si estamos dando la educación que preparará a la próxima
generación para lo que se viene. Creo que ya no dudamos, tenemos que darle más
espacio a la creatividad para que ellos puedan adaptarse al entorno cambiante.
Paula estoy de acuerdo con vos, Robinson aporta mucho con su charla que es poner incomodo y hacer pensar, si se esta en el camino correcto, no se si logre modificar la perspectiva clásica pero al igual que un terremoto seguro que hizo replicas y puso a pensar a muchos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
ResponderEliminar¡Poner a pensar a muchos ya es MUCHO!